jueves, 29 de noviembre de 2007

Somos un país privilegiado


El Perú es un país privilegiado por la naturaleza, aunque mucha de esta riqueza natural ha sido sacrificada en aras de un desarrollo irracional que no repara en su necesaria sostenibilidad.
En nuestras costas muchas playas han sido destruidas para dar paso a depredadoras industrias pesqueras, que contamina las aguas marinas, ahuyenta y extermina sus especies más ricas.
En el Perú contamos con 84 de las 117 zonas de vida que existen en el mundo, la gran mayoría de ellas en la sierra rural; 28 de los 32 tipos de climas, con importantes reservas de agua dulce, hoy tan escasa en el planeta. Y ni hablar de las miles de especies animales y vegetales que nos convierten en una potencia de biodiversidad.
Mucha de esta riqueza con que la naturaleza nos privilegió, hoy está en riesgo por la presencia de la actividad extractiva ya sea minera, maderera, petrolera, gasífera. Los cada vez más voraces capitales extranjeros, la tan aclamada inversión extranjera, se ha convertido también en el enemigo principal de toda esta riqueza natural.
Por eso, es necesario no solo tomar conciencia de esta grave situación sino que esta se traduzca en acciones concretas para salvar nuestra naturaleza y contribuir así también a salvar a la humanidad de los próximos años.

Los 60 años de la CCP, la más antigua central campesina peruana


Una antigua casona de la Plaza Bolognesi, en el centro de Lima, la capital peruana, recibe día tras día a hombres y mujeres, cuya indumentaria es un indicio inequívoco que proceden de algún lugar de nuestra sierra. El local que los recibe y aloja, tiene en la puerta de ingreso apenas un cartelito con pequeñas letras rojas que dicen: Confederación Campesina del Perú, y con letras un tanto más grandes las siglas CCP.Y así es como la conocen estos ocasionales visitantes: simplemente como la CCP.


En efecto, se trata del local de la organización campesina más antigua del país, y que el próximo 11 de abril estará cumpliendo 60 años desde que fuera fundada en 1947 por un agricultor iqueño, Juan Hipólito Pévez, discípulo de José Carlos Mariátegui, el fundador del socialismo peruano.


Este gremio, que en la década de los 70 y luego a mediados de los 80, encabezó las tomas de tierra en Andahuaylas, Piura, Cusco y Puno, llega a las seis décadas, en medio de un contexto en que las organizaciones sociales, y las campesinas en particular, han perdido el protagonismo que alguna vez tuvieron y no logran superar la crisis que sufrieron durante la década del régimen fujimorista, quien, a decir de los dirigentes, quiso desparecerlos.


La CCP es miembro fundadora de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y del movimiento internacional Vía Campesina, espacios en los que se suma al esfuerzo de otras cientos de organizaciones campesinas e indígenas que luchan porque Otro Mundo es Posible.

El perro del hortelano como justificación de una desenfrenada carrera privatizadora


César Hildebrant dijo hace poco que Alan García había logrado lo que parecía improbable: ponerse a la derecha de Fujimori. Y como para que no queden dudas de ello, el hombre que hace 20 años quiso estatizar la banca y se enfrentó al FMI, acaba de lanzar una especie de manifiesto en el que ha confirmado su desenfrenada carrera en pos los altares neoliberales, que debe haber empalidecido a aquellos que todavía siguen creyéndose aquello de la “Alianza Popular Revolucionaria Americana”.


¿Qué es si no entonces el artículo de Alan García publicado el domingo 28 en El Comercio, titulado “El síndrome del perro del hortelano”?. Uno solo es el hilo conductor del susodicho artículo: hay que subastar el país, hay que entregarlo todo al capital transnacional, desde las playas, pasando por las comunidades campesinas y terminando en las selvas amazónicas.


Y quienes nos oponemos a ello, somos unos incompetentes símiles del perro del hortelano, que no comemos ni dejamos comer. Así de rústico es el nivel de elaboración argumental y de simple la conclusión del mandatario que se presume moderno, globalizado y visionario.Las orejas del Presidente deben estar demasiado calientes por las voces trasnacionales que primero le susurran y luego le urgen entregar ya lo poco que le queda de patrimonio nacional a las supuestas bondades neoliberales a través de la privatización. No de otra manera puede entenderse tan afiebrada defensa de los intereses transnacionales, llegando al extremo de poner en tela de juicio verdades irrefutables.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Se conformó Federación de comunidades campesinas de Apurímac


Con la finalidad de defender sus recursos naturales, el territorio comunal y exigir que la actividad minera respete sus derechos, el pasado viernes 23 de noviembre se conformó la Federación Regional de Comunidades Campesinas y Productores Agropecuarios de Apurímac, FERCCAPA.


Dicho se gremio se conformó en el marco del congreso campesino que se realizó del 21 al 23 de noviembre, el mismo que contó con la presencia de más de 200 delegados de las comunidades campesinas de las siete provincias de la región Apurímac.


El congreso eligió a una junta directiva de tres secretarios generales integrada por Antero Quispe de la provincia de Grau, Patrocinio Llano de la provincia de Aymaraes y Valentín Roque de la provincia de Cotabambas. Hay que mencionar que estas tres provincias son justamente las que se ven más afectadas por la actividad minera.


En el evento participaron dirigentes históricos del movimiento campesino como Hugo Blanco, congresistas de la República como Juana Huancahuari e Hilaria Supa, así como representantes de la Confederación Campesina del Perú, CCP.