El 15 de abril de 1938, en la lejana Francia marchó a la inmortalidad César Vallejo, luego de haber dejado constancia escrita de ello en uno de sus bellos poemas. Ocho años antes, en la más cercana y aunque no menos húmeda y gris Lima, el 16 de abril de 1930, otro peruano entrañable partía a la eternidad: José Carlos Mariátegui. Para seguir leyendo, por favor haga clic aquí.
lunes, 16 de abril de 2012
Abril con Mariátegui y Vallejo
El 15 de abril de 1938, en la lejana Francia marchó a la inmortalidad César Vallejo, luego de haber dejado constancia escrita de ello en uno de sus bellos poemas. Ocho años antes, en la más cercana y aunque no menos húmeda y gris Lima, el 16 de abril de 1930, otro peruano entrañable partía a la eternidad: José Carlos Mariátegui. Para seguir leyendo, por favor haga clic aquí.
martes, 10 de abril de 2012
CCP: 65 AÑOS DE LUCHA Y CON MAYÚSCULAS
Sin duda el
tiempo vuela. Pareciera que fue ayer apenas, cuando junto con los compañeros y
compañeras dirigentas, camaradas y amigos de diferentes instituciones y
organizaciones, celebramos el 11 de abril del 2007, los 60 años de nuestra
Gloriosa Confederación Campesina del Perú, y decíamos sin ocultar el orgullo
cecepista que así nomás no se cumplen… 60 años de lucha por la tierra y el
poder. Para ver la nota completa por favor haga clic aquí.
¡Disolver… disolver!!
El pasado jueves
se cumplieron 20 años del autogolpe que llevó al entonces presidente Alberto
Fujimori a romper con el orden constitucional y a dar curso a un régimen, cuyas
consecuencias, hoy siguen siendo motivo de ardorosos debates. “Disolver …
disolver”, son quizás las palabras que más nos recuerdan el inicio de lo que
sería uno de los gobiernos más corruptos de la historia republicana. Para leer toda la nota completa, por favor haga clic aquí.
martes, 3 de abril de 2012
Gracias chic@s, por su generosidad con el Planeta
Ocho y media de la noche del último sábado 31 de marzo, de pronto se apagaron todas las luces, todas. La ciudad quedó casi en tinieblas y a pesar de la oscuridad reinante, como nunca la alegría irradiaba cada uno de los rostros de las miles de personas que se habían congregado en la Plaza de Armas para festejar la hora de penumbra voluntaria a la que se habían sometido. Para seguir leyendo, por favor haga clic.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)