domingo, 24 de agosto de 2008

A cinco años de su presentación: ¿Cuánto hemos aprendido del Informe de la CVR?

Este 28 de agosto se cumple el quinto aniversario de la presentación del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, CVR; y bien la pena preguntarse, cuánto hemos aprendido de este trascendental documento, que reveló de manera descarnada todo el horror que sufrieron millones de compatriotas sobre todo de las comunidades campesinas de la sierra históricamente excluida y marginada por un Estado insensible y centralista.

Bien vale recordar el mensaje del doctor Salomón Lerner, presidente de la CVR, cuando durante la presentación del informe señaló con la autoridad moral y honestidad que lo caracteriza –valores cada vez más en vías de extinción- que lo que allí se reflejaba era un fragmento de nuestra historia “marcada tan rotundamente con el sello de la vergüenza y el deshonor … una marca del horror y de deshonra para el Estado y la sociedad peruanos”.

No está demás tampoco recordar que la conformación de la CVR se logró gracias al tenaz esfuerzo de un conjunto de fuerzas sociales, políticas y ciudadanas, es decir, de la reserva moral que aún queda en este nuestro país, como una necesidad histórica no solo para entender la “magnitud de la tragedia vivida por nuestro país” –por citar de nuevo al doctor Lerner- sino y sobre todo, para que conocido el horror, la conciencia democrática de la nación que se precie de civilizada podamos contribuir a que lo ocurrido, NUNCA MÁS SE REPITA.

Quienes planteamos y nos sumamos desde estas páginas al pedido de conformar una Comisión de la Verdad, partíamos de reconocer que la paz y la reconciliación nacional, no serían posible ni brotaría de la paz de los cementerios como algunos creían; sino que estábamos convencidos que ello solo sería posible conociendo la verdad y haciendo justicia a las miles de víctimas inocentes de la guerra que desangró al país.

Ahora, cinco años después, creemos que lo hecho por la CVR ha empezado a trascender la historia, no solo por todo lo valiosos a que ha contribuido a favor de las víctimas, sino también por los ataques irracionales que ha recibido y seguirá recibiendo, lo que expresa al mismo tiempo la vigencia de mentes retrógradas y fascistoides, que justamente se amparan en la democracia para atacar lo hecho por la CVR.

Surge aquí una pregunta que no podemos dejar de hacernos: cuánto hemos aprendido del informe que nos pueda ayudar a ser un país mejor sobre la base del respeto de los derechos humanos?. Volvamos a recordar al doctor Lerner, quien señaló que el informe exponía un doble escándalo: “el del asesinato, la desaparición y la tortura masivos; y el de la indolencia, la ineptitud y la indiferencia de quienes pudieron impedir esta catástrofe humanitaria y no lo hicieron”.

Y subleva, seguir escuchando voces infames justamente de aquellos que pudiendo haber evitado más bien contribuyeron a esta “catástrofe humanitaria” y que hoy gozan no solo de impunidad sino que se amparan justamente en instancias del Estado cuando su lugar debería ser otro. Me refiero sin duda, al tristemente célebre “héroe del Frontón”, Luis Giampietri, para quien la CVR “no aportó nada para la pacificación del país y que solo ha servido para llevar a juicio a miembros de las fuerzas armadas”. Seguramente a para este personaje que constituye una vergüenza para el uniforme que vistió el Gran Caballero de los Mares, Miguel Grau, habría que rendir homenaje a quienes cometieron los asesinatos masivos de Accomarca o de Putis, cuyos muertos empiezan a “hablar” desde sus fosas comunes.

Más allá de exabruptos como los que acabamos de reseñar, sin duda el informe de la CVR, ha señalado con meridiana claridad y condenado todo el horror inhumano que desataron los dos principales actores de la violencia como fueron SL y el MRTA condenables desde todo punto de vista y las fuerzas armadas. Pero también hay que señalar que muchas de las causas del horror que radican en los factores sociales, económicos y culturales, no han sido atacadas y se mantienen como una espada que pende sobre cualquier posibilidad de futuro de paz con justicia social, a pesar de todo el discurso triunfalista del crecimiento económico que hoy predomina.

Habría mucho que decir al respecto, y de hecho, se dirá en los próximos días y semanas, a propósito de este quinto aniversario de la CVR, y hay que estar atentos a lo que se diga. Creo que tenemos mucho que seguir aprendiendo del trabajo de la CVR y comparto plenamente lo señalado por el doctor Lerner, en el sentido que su trabajo debería ser continuado. Y a pesar de las voces de las cavernas, creo, parafraseando a Albert Camus, que el gran aporte de la CVR nos pone en evidencia una vez más, que aún “hay en los hombres cosas más dignas de admiración que de desprecio”.

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