Los impactos de los Acuerdos de Asociación (AdA) con la Unión Europea fueron materia de debate y reflexión por un amplio panel de expertos representantes de diversas nacionalidades, en el marco de la Cumbre de los Pueblos; y si algo quedó claro fue que los principales impactos de estos AdA serán la profundización de la dependencia de América Latina y el Caribe; el aumento de la vulnerabilidad política y económica, y frenar las conquistas sociales.
Muchas son las razones que sustentan lo que podría ser este futuro sombrío panorama si es que se mantienen las tendencias de muchos gobiernos de la región en el manejo de los AdA, han coincidido varios de los expositores. En tal sentido se ha señalado que estos acuerdos en la práctica significan un freno a los mecanismos de integración de la región, y un caso concreto de ello es la actual situación de la Comunidad Andina de Naciones, CAN. Otro aspecto es el hecho de que los países de esta sub región tienen agendas diferenciadas y algunos de ellos han planteado, incluso, negociar al margen de la CAN.
La participación real de las instituciones y organizaciones de la sociedad civil constituye también otra debilidad en este proceso, pues a pesar de todos los esfuerzos que se hacen para incidir en el mismo aún siguen siendo débiles; y a ello se agrega que estos acuerdos no toman en consideración para nada la deuda histórica de Europa con América Latina y el Caribe.
En las diversas exposiciones se plantearon una serie de objeciones a los acuerdos con UE que de hecho difieren con la propaganda oficial que abunda por estos días en el Perú, país sede también de la Cumbre Oficial ALC-UE, y que pone énfasis en el aumento de las inversiones. En efecto, estas inversiones han crecido más del doble en México, pero este incremento no se ha reflejado en el crecimiento del empleo y mucho menos, mejores salarios. A ello se suma otro dato importante: casi la mita de esta inversión se concentra en empresas de cuatro países.
Una parte de la intervención de Alberto Arroyo, de la Red de Acción frente al Libre Comercio, resume de alguna manera los impactos de los AdA: hay que evitar la ilusión de que se va a negociar un acuerdo diferente a los TLCs con Estados Unidos. Acá seguirá primando la ley del más fuerte, sujeta a las fuerzas del mercado; y en esas condiciones de un “libre comercio bueno”. Todos los antecedentes que se conocen de tratados de libre comercio son un fracaso en términos de los derechos de los pueblos y las mayorías nacionales, las inversiones gozan de la llamada seguridad jurídica que no son otra cosa “superderechos” que protegen a las grandes transnacionales.
Otros expositores recordaron otros elementos que muchas veces los gobiernos que publicitan los acuerdos de libre comercio ocultan deliberadamente: que las empresas de las grandes potencias lo que buscan es apoderarse de sectores estratégicos de las economías nacionales como energía, finanzas, servicios; de los ricos e ingentes recursos naturales; que como sucede en la banca, no crean nuevas empresas y se apoderan de las ya existentes como ha sucedido en los procesos de privatización, constituyendo así una banca parasitaria que obtiene enormes ganancias. Es en este marco en que uno de los expositores se preguntó: por qué tanto derecho a las transnacionales?
Hay que señalar que en la mesa que abordó estos impactos destacó la presencia del haitiano Camilla Chalmers, Sally Oneil de la Red Cidse de Irlanda Claudio Lara de Chile, Marisol Inurritegui de Perú, además del ya citado Alberto Arroyo de México.
Muchas son las razones que sustentan lo que podría ser este futuro sombrío panorama si es que se mantienen las tendencias de muchos gobiernos de la región en el manejo de los AdA, han coincidido varios de los expositores. En tal sentido se ha señalado que estos acuerdos en la práctica significan un freno a los mecanismos de integración de la región, y un caso concreto de ello es la actual situación de la Comunidad Andina de Naciones, CAN. Otro aspecto es el hecho de que los países de esta sub región tienen agendas diferenciadas y algunos de ellos han planteado, incluso, negociar al margen de la CAN.
La participación real de las instituciones y organizaciones de la sociedad civil constituye también otra debilidad en este proceso, pues a pesar de todos los esfuerzos que se hacen para incidir en el mismo aún siguen siendo débiles; y a ello se agrega que estos acuerdos no toman en consideración para nada la deuda histórica de Europa con América Latina y el Caribe.
En las diversas exposiciones se plantearon una serie de objeciones a los acuerdos con UE que de hecho difieren con la propaganda oficial que abunda por estos días en el Perú, país sede también de la Cumbre Oficial ALC-UE, y que pone énfasis en el aumento de las inversiones. En efecto, estas inversiones han crecido más del doble en México, pero este incremento no se ha reflejado en el crecimiento del empleo y mucho menos, mejores salarios. A ello se suma otro dato importante: casi la mita de esta inversión se concentra en empresas de cuatro países.
Una parte de la intervención de Alberto Arroyo, de la Red de Acción frente al Libre Comercio, resume de alguna manera los impactos de los AdA: hay que evitar la ilusión de que se va a negociar un acuerdo diferente a los TLCs con Estados Unidos. Acá seguirá primando la ley del más fuerte, sujeta a las fuerzas del mercado; y en esas condiciones de un “libre comercio bueno”. Todos los antecedentes que se conocen de tratados de libre comercio son un fracaso en términos de los derechos de los pueblos y las mayorías nacionales, las inversiones gozan de la llamada seguridad jurídica que no son otra cosa “superderechos” que protegen a las grandes transnacionales.
Otros expositores recordaron otros elementos que muchas veces los gobiernos que publicitan los acuerdos de libre comercio ocultan deliberadamente: que las empresas de las grandes potencias lo que buscan es apoderarse de sectores estratégicos de las economías nacionales como energía, finanzas, servicios; de los ricos e ingentes recursos naturales; que como sucede en la banca, no crean nuevas empresas y se apoderan de las ya existentes como ha sucedido en los procesos de privatización, constituyendo así una banca parasitaria que obtiene enormes ganancias. Es en este marco en que uno de los expositores se preguntó: por qué tanto derecho a las transnacionales?
Hay que señalar que en la mesa que abordó estos impactos destacó la presencia del haitiano Camilla Chalmers, Sally Oneil de la Red Cidse de Irlanda Claudio Lara de Chile, Marisol Inurritegui de Perú, además del ya citado Alberto Arroyo de México.
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